Intervención residencial: Campus Unidos

¿Tiene sentido la intervención residencial ante la violencia filio parental o los problemas de conducta adolescente?

Cualquier profesional de la psicología y de la educación está convencido de que las intervenciones ante los problemas familiares, los problemas de conducta de un o una adolescente o cualquier otro tipo de problemas, han de ser intervenidos en el contexto en el que se producen dado que es allí donde las personas implicadas en los problemas deben encontrar respuestas adecuadas y adaptadas a su propia realidad cotidiana.

Entonces, ¿cuál es la razón por la que el programa RECURRA-GINSO se enorgullece de su programa de tratamiento residencial Campus Unidos?

Desde el programa, nosotros también creemos en las intervenciones ecológicas, es decir, en las intervenciones en el contexto habitual del adolescente y su familia.

Pero la realidad dolorosa que viven estas familias, toda la familia, incluido el o la adolescente, durante un tiempo prolongado hace prácticamente inviable poder solucionar los conflictos mientras se mantiene la convivencia. Han sido años de agresiones y heridas emocionales que ponen a todos en continua sospecha, temor y malestar.

Violencia Filio parental

Las familias en las que se padece Violencia Filio parental (VFP) o trastornos de conducta, se ven sometidas a lo que Micucci (1995) denomina “Ciclo Sintomático de la Violencia”, la familia se encuentra crecientemente preocupada por eliminar o controlar el síntoma (la violencia, el comportamiento disruptivo de su hijo o hija). Hasta tal punto que descuidan todos los demás aspectos de sus vidas.

Esta familia identifica a su hijo o hija adolescente como “el problema”. De forma que, a partir de ese momento, y haga lo que haga este, la familia dejará de responder a las cualidades positivas del mismo. Por su parte, el adolescente etiquetado como problema se sentirá incomprendido. Dejará de experimentar a la familia como el recurso de ayuda y orientación que necesita en su proceso de maduración personal. Sin el apoyo y guía familiar, el adolescente será más proclive a la conducta sintomática continuando el ciclo. Esto producirá que, para todos los miembros de la familia, el hogar pasará a ser un infierno insoportable en lugar del lugar de refugio y cariño que debería ser.

Es desde aquí donde el programa RECURRA-GINSO entiende que se debe realizar una intervención residencial. Se necesita un espacio para calmar y enfriar la situación, un espacio para restañar las heridas, buscar e implantar soluciones. Como señala el Director de Campus Unidos, Eduardo Atarés, “Campus es un paréntesis en la vida de las familias en el que se pretende buscar soluciones”.

La motivación al cambio

En Campus Unidos se ayuda al adolescente a romper con la escalada de conductas disruptivas que le hacen sufrir y que hacen sufrir a los que más le quieren. Por otra parte, se inicia un proceso de motivación al cambio. Se busca paulatinamente ir adquiriendo conciencia ajustada de cuáles son los problemas que le afectan a nivel personal, relacional y familiar, para generar un deseo de cambio. A partir de las terapias individuales y de grupo, junto con las acciones educativas, la convivencia con iguales y las actividades deportivas, de ocio y artísticas, se generan acciones de cambio en sus conductas, pensamientos y emociones disruptivas.

Al mismo tiempo, con los padres y madres, también se inician sus propios procesos de motivación al cambio. En su caso, no necesitan crear percepción de problema, ya lo padecen a diario y para ello han buscado ayuda. Se trata de ajustar la definición del mismo y empezar a buscar herramientas que les ayuden a recuperar la autoridad perdida y a generar nuevas formas de comunicarse y relacionarse con sus hijos o hijas. Se pretende conseguir el consiguiente equilibrio entre “ternura y vigor”, entre acompañamiento y generar herramientas de autonomía en sus hijos o hijas.

No perdamos de vista que, aunque existen víctimas claras y agresores definidos, la violencia filio parental, las conductas disruptivas o los trastornos de conducta acaban siendo un problema familiar que conviene ser solucionado entre todos los miembros de la familia.

Los conflictos familiares tienen solución

Campus Unidos, como programa de intervención residencial, se convierte en un “laboratorio”. Aquí se pueden ensayar aquellas conductas que, tanto padres y madres como hijos e hijas, quieren poner en práctica sin que se generen nuevas situaciones de riesgo para la familia. Y, a su vez, paulatinamente, pretende que ese “ensayo” y entrenamiento sea trasladado y generalizado a todos los ambientas familiares y relacionales del chico o de la chica. Sabiendo que no siempre se obtienen los resultados esperados y que, en el fondo, cualquier miembro de la familia puede decidir no cambiar.

Pese a todo, Campus Unidos, no puede aceptar convertirse en un lugar de internamiento para chicos y chicas complicados. Es un lugar cuyo objetivo es ofertar esperanza fundada, a partir de técnicas y herramientas basadas en la evidencia científica, de que los conflictos familiares tienen solución. De que padres y madres, con sus hijos e hijas, pueden llegar a nuevas formas de relacionarse sin estar basadas en el conflicto.

 

Si quiere conocer todos nuestros programas dirigidos a adolescentes, puede visitar Ginso y Programa Recurra-Ginso

Programa Recurra-Ginso

 

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José Luis Sancho

Es Doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Director Clínico del Programa RECURRA-GINSO. Ha trabajado muchos años en prevención y tratamiento de adicciones en adolescentes y jóvenes. También ha sido educador de pisos de protección de menores además de haber sido profesor de primaria y secundaria en diversos colegios de Madrid y de Lima.